martes, 8 de octubre de 2019

LA CANCHA DE GOLF PUEDE LLEGAR A SER UN LUGAR PELIGROSO

He leído y escuchado en las redes sociales, no es de estos últimos días sino que viene de larga data, las quejas de los golfistas por el tema de la gente que deambula, juega al fútbol o hace “picnic” sobre los rough y fairways de los hoyos de la cancha grande de Links Pinamar.
Es todo un tema. El perímetro de la cancha en toda su extensión está bien delimitado por el alambrado y en algunos hoyos de la ida por los fondos de jardines de las casas. De hecho, al estar alambrado un espacio se da por entendido que no se debería pasar por tratarse de una propiedad privada. Pero la gente que nos es habitué al golf traspasa el perímetro como si fuese la cancha un lugar de esparcimiento o un paseo más de nuestra localidad. Y sabemos, los que estamos en la materia que no es así. Es más, hasta para el que no sabe, se trata de un lugar inseguro, al no saber de dónde vienen la ejecución de los tiros, la pelota se transforma en un misil invisible sumamente peligroso. La pelotita de golf es muy dura y se traslada a mucha velocidad, que al tocar en un ser viviente desprevenido puede hacer bastante daño. Algunos teros se han quedado con una patita menos y hasta varios loros han dejado este mundo. Por lo tanto si pega en un ser humano es muy peligroso.
¿Qué hacer con ésta historia?... Una idea sería colocar carteles en algunos lugares advirtiendo el paso denegado a intrusos a la actividad del golf, aunque considero que igual pasarían porque de verdad no somos muy respetuosos de la cartelería, o recorrer cada tanto la cancha con un móvil para retirar a la gente que no tuviese nada que hacer allí. Muchos golfistas, mientras juegan, dan una mano en ese sentido, explicándole a la gente el peligro que corren e invitándolos a retirarse.
Para pasear está el hermoso Club House y la confitería con una espléndida vista de la cancha.
En verdad, mucho más no se puede hacer.

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