En el día de ayer en la nota del “año del canario”, en referencia a la excelente campaña realizada por Atlético Villa Gesell en la temporada 2014, comenté que me iba a referir en particular al Torneo Clausura. Certamen que fue muy desprolijo en su desarrollo y que a continuación detallo.
El sábado 13 de septiembre, por la primera fecha, empataban (1-1), en un discreto encuentro en el Estadio “Taty” García, Defensores de Valeria del Mar y Nuevo Amanecer, uno de los grandes clásicos del Partido de Pinamar. Finalizado el cotejo, en las inmediaciones del Polideportivo, ambas hinchadas se cruzaron en acciones de violencia, actos completamente repudiables.
¿Qué mejor idea tuvieron las autoridades municipales tras los hechos vandálicos?... Cerrar a futuro el Estadio para la actividad de fútbol de primera de la Liga Madariaguense… ¿Qué tenía que ver esa medida “ejemplar” con la cancha?... Nada… Porque los hechos habían ocurrido afuera del Polideportivo. Pero en fin, el Intendente Pedro Elizalde y el Director de Deportes Cristian Daguerre, decidieron parar el fútbol en nuestra ciudad, medida que afectada a las dos instituciones involucradas y también a Deportivo Pinamar y San Vicente que menos tenían que ver en el asunto. Esta determinación del ejecutivo pinamarense también perjudicada el normal desarrollo del Torneo y la Liga se la veía en figurillas para organizar y rearmar el certamen ante la falta de cancha que tenían las entidades de Pinamar.
Los Presidentes de los clubes perjudicados, Alfredo Deferrari (Deportivo Pinamar), Alberto Bonomi (San Vicente), Marta Sartori (Nuevo Amanecer) y Bruno Nicolini en representación del “Defe” de Valeria, tuvieron diferentes reuniones con el Presidente de la Liga (Carlos Salvarezza) para encontrar una solución al tema. Hasta se llegó al Intendente de General Madariaga, Cristian Popovich, para conseguir la condición de local en el Estadio Francisco Alcuaz, aunque sea en días laborables, mientras se mantenía la intransigencia de las autoridades de Pinamar.
Finalmente el viernes 3 de octubre se llegó a un acuerdo con el ejecutivo de Pinamar y los clubes locales. La cuestión es que la pelota recién empezó a rodar en el “Taty” García el miércoles 22 de octubre, 46 días después de haberse tomado esa desafortunada medida de inhabilitarlo. Entre medio del acuerdo y el primer partido en el “Poli” hubo malas condiciones climáticas para jugar y la Fiesta del Reencuentro el fin de semana largo del 12 de octubre.
Un acto de violencia repudiable fuera de todo contexto social y deportivo, sin ningún tipo de justificación; una medida tomada por la Municipalidad apresurada y desacertada porque en verdad nunca entendí la finalidad de cerrar la cancha, cuando los tristes episodios ocurrieron afuera de los límites del Polideportivo; un Torneo desprolijo producto de los hechos anteriores; partidos que quedaron pendientes los cuales no tenían mayor incidencia para jugarlos… Todo mal, sin sentido alguno, para un Torneo Clausura que quedó como un ingrato recuerdo, al margen del merecido certamen obtenido por Atlético Villa Gesell.
En próximas entregas habrá tiempo para memorizar mejores momentos del fútbol lugareño.
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