Eso le ocurrió a San Vicente en la tarde de hoy, al empatar en dos goles con El León en el Estadio “Taty” García.
El equipo local perdió no menos de cinco goles en la primera etapa, además de los dos convertidos y otros tres más desperdiciados en el segundo tiempo. Ganaba con comodidad en el período inicial 2 a 0, después de unos primeros 15 minutos parejos, apretados y de mucho estudio entre ambos elencos.
A los 16 minutos, centro bombeado de Ambrosio al segundo palo del arquero Cardozo, conecta de cabeza Mariano Cáttalo que le cambia el palo al guardameta y la pelota que se introduce mansamente cerca del madero derecho del arco “zorrino”.
A partir de la apertura del marcador, San Vicente fue una máquina, aprovechando el desconcierto y los groseros desaciertos de la defensa de El León, creando una tras otra, situaciones claras de gol. Dos de ellas las tuvo Cáttalo; otra Jorge Cabrera a los 35’ en el área chica sin arquero visible rematando afuera; otra más a los 40’ con remate a la carrera de Santiago Falbo que pegó en el poste izquierdo de Cardozo, rebote tomado por Turienzo y su tiro que pega otra vez en el palo, pero ésta vez en el derecho. No se podía creer!!! Hasta que a los 44 minutos llegó el segundo tanto. Mariano Cáttalo que le roba el balón en tres cuartos de cancha a Martín Cabrera, el volante que remata a la carrera y balón adentro. Un dos a cero que si era 4 a 0 estaba bien, era justicia; mientras que El León nada, el equipo madariaguense prácticamente había sido un espectador de lujo, atenazado y sorprendido.
Como todo León, como toda fiera, no se entregó y en el segundo tiempo la saleó a guapear, pese a que sabía que le dejaba la contra a San Vicente. Un “Sanvi” que no fue el del primer tiempo, se notaba que ya no había tantas piernas, producto del desgaste y de la entrega de esa misma etapa. Sin embargo tuvo tres opciones claras. Otro remate en el palo llevado a cabo por Cáttalo; un cabezazo de Turienzo que si no se cruza a tiempo Pringles terminada en el fondo de la red y una contra de tres contra uno que el local no supo aprovechar.
Pero como advertimos, un León es difícil que emprenda la retirada y fue tras su presa que era el empate.
Siempre se dice que dos cabezazos en el área terminan en gol. Eso pasó. Centro pasado al segundo palo, cabezazo de Martín Cabrera al centro del área y el olfato a gol de Luciano Prado para el descuento “zorrino”.
Entre todo lo que tuvo el partido, además hubo tres situaciones muy dudosas en el área del “Sanvi”, la tercera de ellas, a los 44’, el árbitro Kevin Gatti terminó por convalidar la pena máxima cuando Iván Blanco se metía a la carrera por la banda izquierda flanqueado por dos jugadores locales. Cayó el delantero y penal. Ejecutó el mismo Blanco, abajo al palo izquierdo de Gari que había elegido el otro lado y el festejo “zorrino”.
Encuentro que terminó muy caliente, con los ánimos caldeados, pero todo se debía a la intensidad del mismo juego. San Vicente desaprovechó una enorme posibilidad de pasar a comandar el Torneo, mientras que El León festeja que todo siga como está sin que nadie le saque diferencias en la tabla de posiciones.
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