El puntero del certamen se impuso 1 a 0 a Deportivo Pinamar.
San Vicente fue un equipo en el primer tiempo y otro en el segundo. En los primeros 45 minutos tuvo empuje, ritmo, vértigo y llegó varias veces hasta el área contraria con mucho peligro. Todo lo contrario de la segunda etapa, donde perdió posicionamiento en varios sectores de la cancha y sin crear una sola situación de riesgo en el arco defendido por Gustavo Luna.
Deportivo Pinamar también tuvo un cambio notorio de un tiempo a otro. Primer tiempo sin ordenamiento y a puro pelotazos, lo contrario del segundo donde el elenco “verde” se adelantó en el terreno de juego, presionó en el campo de su rival y tuvo mucha más actitud.
Una primera etapa muy entretenida y cuando aún el partido no había tomado temperatura, llegó el único gol del clásico. Corrían tan solo 4 minutos, cuando el fondo del Deportivo apurado, se había salvado de una situación comprometida, saca la pelota afuera del área cayendo la misma en los pies de Matías Ramos, el volante le pega un bombazo al esférico y ésta ingresa en el ángulo superior del segundo palo, sin chance alguna para el guardameta Gustavo Luna. Golazo!
Después el “Sanvi” tuvo dos oportunidades muy claras en los pies de Ulises Colavita. La primera que arrancó con un desborde por izquierda de Cabrera y el centro rasante no puedo ser conectado en el segundo palo por el jugador ayacuchense. La segunda merece un párrafo aparte. Esos goles imposibles de errar, esos que son más fáciles hacerlos que perderlos. Terminaba la primera etapa y el “Pina” se queda reclamando una falta, Turienzo que se lleva el balón y ante la salida del guardameta le cede el balón a Colavita, que sólo tenía que soplarlo para que entrara al arco, ubicado en el área chica, sin arquero y su remate pega en el travesaño. Increíble!
El “verde” también tuvo oportunidades, como el tiro de libre de Mariano Olivera que exigió a Walter Gari, o el cabezazo de Scarsella anticipándose al arquero de San Vicente, pero la pelota se iba afuera de los límites de la cancha.
Segundo tiempo. Otra historia. Todo pasó por los pies Olivera y Santana. El medio del “Sanvi”, con el gran trabajo de Falbo en la primera etapa no era lo mismo en el segundo tiempo.
Evidente, con el empuje del Deportivo las opciones de gol pasaban por el equipo de Damilano. La más clara la salvada en la línea de Ángel Cáttalo, cuando el arquero Gari estaba completamente vencido.
Hizo méritos Deportivo Pinamar para igualar el encuentro en el período complementario, tuvo actitud ante un San Vicente que no gravitó en el medio ni en el ataque, sí, tuvo una buena defensa y es por eso que ante el gol madrugador se terminó llevando la victoria del Estadio Alcuaz. Tres puntos muy importantes por el valor del triunfo ante su clásico rival, pero también porque es un paso más hacia su carrera al título.
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